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Todo nuestro sincero apoyo a Pablo y a Podemos |
Los desheredados se sacuden el hedor mefítico de la tumbas
donde moraba la
alternativa moribunda
entre ecos fantasmales, entre letanías contumaces.
En un mundo feliz que no lo era tanto,
no había espacio para las caducas siglas y consignas derrotadas,
amancilladas por los lobos,
arrastradas con saña sobre el fango por
propios y extraños.
En el horizonte oscuro hay esperanza, una nueva esperanza.
Pequeñas victorias, de pequeños movimientos.
Han de converger con la cara lavada porque el pueblo despierta.
No tiene miedo. No atiende a engaños.
Una nueva esperanza. Pero, cuidado.
No hay futuro después de la guerra.
Se desliza por la superficie de la Tierra,
se desliza por la superficie de la Tierra,
se desliza por la superficie de la Tierra...